Alimentos funcionales como modo de prevención de enfermedades

Además de los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo, los alimentos funcionales nos proveen de nutrientes que mejoran nuestra salud y reducen enfermedades. Descubrí cuáles son sus beneficios.

La principal función de la dieta es aportarnos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Los alimentos funcionales, además de los nutrientes, nos aportan componentes que mejoran la salud de la población y reducen el riesgo de desarrollar enfermedades.

Este tipo de alimentos ejerce un efecto beneficioso en el crecimiento y desarrollo, metabolismo o utilización de nutrientes, defensas, sistema cardiovascular, fisiología o funcionamiento intestinal y funciones psicológicas y conductuales. Un alimento puede ser considerado funcional cuando posee un efecto beneficioso sobre una o varias de estas funciones específicas en el organismo, más allá de su aporte nutricional, y que cumple una función adicional de mejorar la salud y el bienestar de las personas.

¿Cuáles son los alimentos funcionales?

Dentro de los alimentos funcionales se encuentran vegetales, frutas, leguminosas, semillas, algas y hongos. Los alimentos funcionales se pueden clasificar en diferentes tipos:

Probióticos: son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar las bacterias “buenas” (microbiota normal) del cuerpo como yogur, queso y otros alimentos fermentados como el chucrut y la kombucha.
Prebióticos: son fibras vegetales especializadas y actúan como “fertilizantes” que estimulan el crecimiento de bacterias sanas en el intestino. Dentro de este grupo encontramos el ajo, cebolla, papa, achicoria, banana, alcaucil, avena, remolacha, leguminosas.
Antioxidantes: son sustancias naturales o fabricadas por el hombre que pueden prevenir o retrasar algunos tipos de daños a las células. Se encuentran en muchos alimentos, incluyendo frutas y verduras, cereales, carnes, huevo y legumbres. Las naranjas, zanahorias, brócoli, tomates y espinacas, por citar algunos ejemplos, son poderosos antioxidantes.
Fitoquímicos: las sustancias fitoquímicas son compuestos producidos por las plantas (“fito” significa “planta”). Las hallamos en las frutas, las verduras, los granos o los frijoles y cumplen la función de proteger las células del daño degenerativo.

¿En qué aspectos pueden mejorar nuestra salud?

Durante los últimos 50 años se produjeron grandes transformaciones, cambios climáticos, crecimiento poblacional, un acelerado avance tecnológico y mayor urbanización, entre otras. Estos factores, acompañados por importantes cambios culturales, generaron modificaciones en los hábitos y estilo de vida de las sociedades en el mundo.

Lamentablemente, como consecuencia, obtuvimos desbalances y problemas nutricionales relacionados a excesos (como sobrepeso u obesidad), trastornos metabólicos (como la diabetes, la hipertensión arterial, etc.) o déficits (anemia por falta de hierro, osteopenia por falta de calcio, vitamina c, zinc, ácido fólico, entre otros).

Si bien actualmente se está comenzando a revalorizar el uso de alimentos naturales no tan utilizados en el día a día, también la idea y el objetivo de la nutrición funcional es volver a la comida de verdad y alimentos sin procesar utilizando productos frescos y sin el agregado de aditivos.

¡Te invitamos a mejorar hoy mismo tu dieta sumando alimentos funcionales! Este tipo de alimentación puede mejorar tu salud y disminuir el riesgo de sufrir enfermedades, además de favorecer el crecimiento y desarrollo, la regulación de los procesos metabólicos, la prevención de enfermedades degenerativas, mejora el sistema inmune y el estado de ánimo o mental.

Para recibir asesoramiento de nuestros especialistas en alimentación podés solicitar un turno mediante la página web, vía WhastApp escribiendo al +54 9 294 4283669 o enviándonos un email a [email protected]

Esta nota fue realizada con el asesoramiento de la Lic. Tania Muñoz del área de Nutrición de Fundación Intecnus.